El mundo va a mil a por horas. ¿Es bueno? No lo se, pero lo que si sabemos es que hay muchas opciones para generar ingresos desde casa o desde cualquier lugar del mundo. En Trabajar por el Mundo, hemos dado con una idea que está pegando fuerte: escribir cartas a mano y venderlas. Sí, en plena era de WhatsApp y emails, ese toque personal de la tinta sobre el papel se ha convertido en un negocio creativo que mezcla arte, conexión humana y la posibilidad de sacarte un dinerito extra (o incluso un sueldo decente).
Si tienes buena letra, paciencia y ganas de probar algo diferente, esto podría ser tu próximo movimiento. Te contamos cómo funciona esto de escribir cartas a mano para venderlas, dónde conseguir estos trabajos, cuánto se gana y algunos trucos para petarlo, con historias de gente que ya vive de esto.
El negocio de escribir cartas a mano no es nuevo, pero actualmente está cogiendo carrerilla. Empresas, parejas, amigos y hasta marcas buscan ese detalle único que un texto digital no da. Desde cartas de amor personalizadas hasta notas corporativas con clase o invitaciones para bodas y eventos, la demanda crece, y tú puedes aprovecharla.
Lo mejor: no necesitas un título ni una oficina; con un boli, papel y tu móvil para gestionarlo, puedes empezar hoy mismo. ¿Te imaginas escribiendo desde cualquier lugar del mundo y cobrando por ello? Vamos a desglosarlo todo para que veas si este curro te pega.
¿Cómo funciona este negocio de cartas a mano?
Escribir cartas a mano y venderlas es tan simple como suena, pero tiene su ciencia. Básicamente, ofreces un servicio donde alguien te dice qué quiere (una carta de invitación, un agradecimiento, un mensaje de marca) y tú lo plasmas en papel con tu mejor caligrafía.
Hay dos formas de meterte: trabajar para plataformas o clientes que buscan este rollo, o montar tu propio negocio vendiendo cartas personalizadas. Puedes hacerlo como freelance, uniéndote a webs de encargos, o crear tu marca en redes sociales y marketplaces como Etsy.
El proceso suele ser: el cliente te pasa el texto (o te pide que lo escribas tú), eliges papel chulo, le das tu toque y lo envías por correo o digital (escaneado).
Actualmente, este negocio va más allá de lo romántico. Empresas usan cartas manuscritas para invitaciones VIP, agradecimientos a clientes o marketing con clase (piensa en una nota personal con un pedido online). Y la gente normal las pide para bodas, cumpleaños o simplemente para sorprender. Es un trabajo que mezcla creatividad y calma, perfecto si te gusta escribir y quieres algo flexible que puedas hacer desde casa, un coworking o un tren mientras viajas.
¿Dónde encontrar trabajos de escribir cartas a mano?
No hace falta que busques debajo de las piedras; hay sitios concretos donde este negocio tiene hueco. Aquí van los mejores sitios para empezar a escribir cartas a mano y venderlas:
- Plataformas freelance como Upwork y Fiverr: Busca gigs con palabras clave como “handwritten letters”, “caligrafía personalizada” o “cartas a mano”. Hay clientes globales pidiendo desde notas cortas hasta proyectos grandes. Crea un perfil diciendo que haces cartas únicas y sube fotos de tu letra.
- Etsy: Monta una tienda online ofreciendo cartas personalizadas. Puedes vender packs (ejemplo: “5 cartas de amor por 20€”) o hacerlas a medida. Actualmente, Etsy sigue siendo un imán para compradores que buscan regalos originales.
- Redes sociales (Instagram, TikTok): Usa hashtags como #cartasamano o #handwrittenletters, muestra tu trabajo en vídeos y pesca clientes directos. Mucha gente descubre estos servicios por reels chulos.
- Mercados locales o ferias: Si prefieres algo presencial, lleva tus cartas a ferias artesanales o mercadillos en tu ciudad.
- Tu propia web: Si realmente quieres ofrecer este servicio, lo mejor es crear tu propia web enfocada a ello, no tiene por qué ser tu marca personal; puedes montar una web corporativa donde muestres tu portfolio (fotos de cartas, estilos de caligrafía), expliques tus servicios (cartas de amor, corporativas, eventos) y pongas un formulario para pedidos. Usa plataformas WordPress, que son baratas y fáciles, y añade un blog con ideas (ejemplo: “10 mensajes para sorprender a tu pareja”) para atraer visitas.
¿Cuánto se gana escribiendo cartas a mano?
El dinero depende de cómo lo montes y cuánto tiempo le metas. No hay sueldos fijos porque es un negocio por encargo, pero aquí van estimaciones realistas para España:
- Por carta suelta: En plataformas como Fiverr, una carta simple (100-200 palabras) arranca en 5-10€, pero con buena caligrafía y extras (papel fancy, sobres decorados) sube a 15-25€.
- Proyectos grandes: Empresas piden lotes (ejemplo: 50 notas para clientes) y pagan entre 100-500€, según volumen y detalle.
- Tienda propia: En Etsy, un pack de 3 cartas personalizadas se vende por 20-40€, y si añades caligrafía artística o diseños, hasta 50-70€.
- Media jornada: Si escribes 5 cartas al día a 15€, son 75€ diarios, unos 1,500€ al mes currando unas 3-4 horas diarias. A tiempo completo, podrías llegar a 2,500-3,000€ si pillas encargos gordos.
En España, el sector creativo freelance (como caligrafía o artesanía) mueve estas cifras según experiencia y demanda, pero fuera (EE.UU., Reino Unido) se paga más (20-50$ por carta). Todo suma: más calidad y clientes, más pasta.
Ejemplos reales de gente que vive de esto
Este negocio no es un sueño loco; hay quienes ya lo han convertido en su vida. Aquí van casos reales (nombres ficticios, pero inspirados en historias de internet):
En España, una persona conocida que ha llevado este arte a un negocio en sí es Rocío Huerta, fundadora de El Tintero. Esta periodista y abogada madrileña dejó su carrera en 2017 para dedicarse a la caligrafía tras hacer las invitaciones de su propia boda. Lo que empezó con encargos para amigos se convirtió en un imperio artesanal: hoy diseña papelería personalizada para bodas (como las de Tamara Falcó o José Luis Martínez-Almeida) y campañas de lujo para marcas como Dior, Chanel y Tiffany.
Desde su taller en Madrid, con más de 1,000 bodas en su haber y una facturación de 352,245€ en 2023 (unos 450,000€ en 2024), lidera un equipo de 30 calígrafos y 60 artistas. Cobra desde 2€ por sobre caligrafiado hasta cientos por lotes grandes, y también hace engraving (grabar nombres en vidrio o metal) para eventos.
En Estados Unidos, Emily, de California, arrancó en 2019 vendiendo cartas personalizadas en Etsy desde su apartamento en Los Ángeles. Con 34 años, esta exdiseñadora gráfica se pasó a la caligrafía tras un curso online y ahora ofrece “notas de agradecimiento” y “cartas vintage” por 15-30$ cada una. Su tienda (“Ink & Heart”) mueve unos 2,500$ al mes (unos 30,000$ al año) con pedidos de bodas y marcas indie. Su secreto: usa TikTok para enseñar el proceso y envía muestras escaneadas antes del envío físico.
Trucos para sacarle partido a este negocio
No es solo escribir bonito; hay que jugar listo para que el negocio despegue. Aquí van trucos prácticos:
- Invierte en materiales chulos: Papel grueso, sobres kraft o tintas de colores (menos de 20€ en Amazon o papelerías) hacen que tus cartas molen más y justifican precios altos.
- Aprende caligrafía básica: No necesitas ser pro, pero un curso rápido en Domestika (gratis o baratos) mejora tu letra y te da un toque único.
- Ofrécete rápido: En plataformas, responde a encargos en menos de una hora; ser el primero te da ventaja.
- Vende packs o suscripciones: Ejemplo: “carta mensual para tu pareja por 20€/mes”. Ingresos fijos y clientes felices.
- Muestra tu trabajo: Sube fotos o vídeos de tus cartas a Instagram o TikTok; un reel de 15 segundos con tu boli en acción puede viralizarse y traerte pedidos.
- Busca nichos: Cartas de amor son top, pero prueba con notas corporativas, invitaciones de boda o mensajes motivacionales.
Estos trucos no solo te hacen ganar más; te diferencian en un mercado que empieza a llenarse de manos con boli.
¿Por qué lanzarte a este negocio?
Escribir cartas a mano no te va a hacer millonario de la noche a la mañana, pero es una opción real para ganar pasta desde casa o cualquier sitio. En Trabajar por el Mundo, nos mola porque es flexible: no necesitas más que un boli, papel y ganas, y puedes currar desde un pueblo en Cuenca o un hostal en México. Si no quieres tanto jaleo digital, y prefieres la vuelta al rollo artesanal, ya sabes que las empresas buscando conectar de forma personal, y este negocio tiene tirón. No es solo trabajo; es un arte que paga y te deja vivir a tu ritmo.
Para empezar, prueba con Fiverr o Etsy, haz unas cartas de muestra y súbelas a redes. Si te va, monta algo propio. ¿Cuánto ganas? Desde 600€ al mes a media jornada hasta 3,000€ o más si lo escalas. ¿Te animas? Pásate por nuestras guías de trabajo desde casa para principiantes para más ideas y déjanos en los comentarios cómo te va con tu boli. ¡A escribir se ha dicho!
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Fuente original de la información: Trabajar por el mundo.